Rodrigo García Marina
1 min readFeb 9, 2021

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Querido:

No existe una única manera de comenzar una correspondencia, pero tan solo existe la manera en la que una correspondencia puede tener comienzo. Tuve que alejarme de nuestras palabras como quien toma un camino. Como quien toma un camino o como quien rompe un pacto. Recuerdo una clase de lengua en el instituto donde nos contaron que las anáforas tenían mayor valor literario que las comparaciones. En el libro de Isaías existe una comparación negativa acerca de Dios. Allí preguntan acerca de la persona capaz de darle un límite al agua con las palmas de la mano. Sin embargo, es curioso que nadie nombre la sed. En el imaginario popular las comparaciones son odiosas. Será porque nos debemos a ellas de un modo menos siniestro del que nos debemos a las repeticiones. Conozco más cosas de las que conocía antes de que nos separáramos. Aún no sé nada sobre el amor. La distancia es siempre algo más que un exilio. Me pregunto si donde vives ahora usas los guantes con los que te conocí.

No es cierto, conocer no es recordar.

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Rodrigo García Marina

Nació en Madrid en 1996 y empezó a escribir teatro con 24 años. Justo cuando se dio cuenta de que vivía con su cuerpo.